Después de la escasez de días anteriores las entradas fluyen hoy, día de inundaciones en este país, cual tromba de agua. Pido perdón. Es tiempo de compartir mi trabajo con todo aquel que desee disfrutarlo. Sueno mesiánico, lo sé, pero es que desde que dibujo cruces no puedo controlarlo.
Hablando en serio ahora, quería publicar otra foto más de la pintura, para que al igual que con alguna otra anterior os hagáis una idea del tamaño real.
El tamaño es el mismo que el del famoso dedo "Suck", 90x50, un tamaño que me resulta muy cómodo aunque implica mucho más trabajo a la hora de cubrir uniformemente el color en el lienzo. Con el negro me resultó muchísimo mas fácil hacerlo que con el amarillo del "Suck", incluso cuando tuve que cubrir las letras rojas que ya tenía pintadas.
Me gustaría destacar también otros detalles de esta pintura.
Como ya dije en la primera entrada es mi mano, un buen día terminando de pintar a la pareja de tórtolos me vino a la cabeza la idea y saqué una foto de mi propia mano con el pincel y el lápiz. Es de momento lo más parecido a un autorretrato que he hecho hasta ahora.
Si habéis visto el vídeo de la entrada anterior entenderéis (o no) por que motivo decidí prescindir de la frase del título. Creo que aunque más simple, la pintura tiene más fuerza así, las letras desviaban la mirada.
La profundidad surgió al añadir el brillo, el fondo marrón y sobre todo la sombra del pulgar.
Las llamas fueron un arrebato, una concesión al pop, así como una alegoría del ¿Infierno?. No sé, eso que lo digan los críticos.
Creo que ya está bien por esta pintura, aunque yo la considero como una invitación para vosotros y una puerta abierta para mi.
Gracias en especial a mi Number One Fan, que siempre está ahí dispuesto a dar ideas y a apoyarme con las mías.
Nada más.
Un saludo.
Lirón.